En un movimiento estratégico para modernizar la infraestructura fronteriza y fortalecer la logística internacional, el Gobierno Nacional presentó un plan de licitaciones que busca transferir la gestión y explotación de los predios aledaños a los pasos de frontera a manos privadas. La medida incluye la inversión, operación y mantenimiento de áreas clave, como playas de espera, estacionamientos y servicios para transportistas y viajeros.
Este proyecto abre la puerta para que empresas privadas desarrollen una amplia gama de actividades comerciales y logísticas en los terrenos concesionados, lo que incluye desde restaurantes y hoteles hasta estaciones de servicio y tiendas libres de impuestos (free shops). La iniciativa abarca todos los cruces fronterizos del país y promete significativas inversiones para modernizar estos puntos estratégicos de tránsito internacional.
Primeros cruces en proceso
Actualmente, dos pasos fronterizos ya se encuentran inmersos en procesos licitatorios avanzados.
• Paso Santo Tomé – São Borja
Este cruce, que conecta Corrientes con Brasil, tiene proyectada una concesión a 25 años. Se estima una inversión inicial de 20 millones de dólares, mientras que el canon mínimo previsto asciende a 40 millones de dólares a valor presente, monto que será distribuido entre ambos países. Sin embargo, el proceso enfrenta una medida cautelar en la justicia brasileña que detuvo la apertura de sobres inicialmente programada para el 7 de enero.
• Paso de los Libres – Uruguayana
También con una concesión de 25 años, este proyecto apunta a comenzar operaciones en la segunda mitad del año, una vez superados los trámites legales y administrativos. El adjudicatario asumirá la inversión en infraestructura, además de la operación y mantenimiento del paso.
Nuevas licitaciones en la agenda
El Gobierno planea extender este modelo a otros cruces fronterizos estratégicos. Entre los proyectos más destacados se encuentran el paso entre Puerto Iguazú (Misiones) y Foz de Iguazú (Brasil), y el cruce de Uspallata en la frontera con Chile. Ambos procesos están en etapas preliminares, con concesiones previstas entre 20 y 25 años.
Un modelo con gran interés privado
La iniciativa ha captado la atención de importantes actores del sector privado, como London Supply, operador de terminales aéreas, y empresarios vinculados al transporte de cargas y colectivos de larga distancia, agrupados en la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac).
Las bases del proyecto permiten desarrollar servicios logísticos, como almacenamiento y mantenimiento de vehículos, así como propuestas comerciales que incluyen plazas saludables, casas de cambio, farmacias, restaurantes y los ya mencionados free shops. Estos últimos se perfilan como uno de los mayores atractivos de este esquema.
Objetivos del plan
El Ejecutivo defiende esta estrategia como un mecanismo para aliviar la carga del Estado en la gestión de estas áreas, optimizar la experiencia de los usuarios y promover el desarrollo económico en las regiones fronterizas. Según voceros oficiales, el modelo de concesiones no solo reducirá los costos operativos para el Estado, sino que también permitirá modernizar puntos clave de la infraestructura nacional, fortalecer la competitividad comercial y mejorar la conectividad regional.
Desafíos en el horizonte
A pesar del interés generado, el plan enfrenta desafíos significativos. La resolución de medidas cautelares, como la que afecta al paso Santo Tomé – São Borja, será clave para garantizar la continuidad de los procesos licitatorios. Además, será fundamental asegurar la transparencia y la correcta distribución de beneficios entre las regiones involucradas.
En un contexto de creciente demanda de mejoras logísticas e integración comercial, la iniciativa representa una apuesta ambiciosa para modernizar los pasos fronterizos y generar nuevas oportunidades de inversión privada en el país.