Me contó radio So’o
Que en la renovación hay mucho enojo, sobre todo del driver, por la escalada mediática nacional del tema Bioherb. Aparentemente, quien habría traído el negocio desde Catamarca fue el actual presidente de la legislatura, Herrera Aguad, cuando era gobernador. En una reunión ultra privada, Rovira le habría conminado al exgobernador a solucionar el asunto, que está salpicando a su hijo. El problema es que a Herrera no se le ocurrió mejor idea que sancionar al denunciante, el “dipuñoqui” del PRO, Miguel Núñez. Lejos de acallar el tremendo negociado, están creando otro mártir de la renovación.
También contó Radio So’o de los tremendos esfuerzos del exdipu Cacho Bárbaro por figurar en el maso de la política misionera. Más allá de los videítos ridículos que hace, se está tragando sus palabras sobre las Cristinas (la local y la otra). En el oficialismo provincial hace rato que ya le picaron el boleto y no lo quieren ni regalado. «Es hombre de Wellbach,» dijo un conspicuo operador renovador.
Por donde no estaría fluyendo bien el esquema renovador es en Garupá. La intendencia de Lucho Ripoll es un desastre a plena luz del día. A tal punto que hasta sus más cercanos colaboradores (algunos voraces peces) están evaluando abandonar el barco. Además de Lucho, la bronca es con el arquitecto Juan Guidura, un “hippie con OSDE” que desde la función pública traba cualquier proyecto de inversión en el municipio, salvo que venga de la mano del convencional Julio González y su inmobiliaria Garupá.
Se oyó también mucha bronca en las filas del PRO Misiones. El verticalismo suicida que tratan de imponer el veterano del puertismo, Humberto Schiavoni, y su adlátere bullrichista Martín Goerlin, está dejando al partido sin dirigentes. «Solo pueden hacer política con contratados», se oyó decir a una activa concejal de la zona centro. Expulsan a gente valiosa, como Joaquín Barreto y Lemes de Iguazú, y hasta el propio Rolando Rubleski, quien daba la vida por los hermanos Schiavoni.
El que parece estar en la mira de las Fuerzas del Cielo a nivel nacional es el contador que maneja los negocios de Rovira. Quedaron heridas profundas por cómo se comportó con Lule y Karina el año pasado. “Le hubiéramos hecho caso a Lucho Viana y hoy Francos ni debería hablar con estos impresentables,” se oyó decir a un peronilebertario de última generación. Lo responsabilizan a Castaño por las maniobras para desarticular el partido de Milei en Misiones. Aseguran que están preparando un dossier acerca de las conductas sexuales del contador, para difundir con tiktokers víctimas de sus perversiones.
De las carpas libertarias y radicales, prometemos transmitir lo que dijo Radio So’o la próxima semana.
