El deterioro de la educación a nivel global ha encendido una alerta en organismos internacionales. Un informe reciente de la UNESCO advierte que, si no se toman medidas urgentes, el sector privado podría perder entre el 11% y el 17% del PBI mundial hacia 2030. Esta crisis, según expertos, es multicausal e involucra desde factores socioeconómicos hasta cambios en la manera en que los jóvenes adquieren conocimientos.
Un problema con múltiples causas
El informe de la UNESCO destaca que el 64% de los niños del mundo presenta dificultades para comprender textos básicos. En Argentina, la situación es preocupante: un 46% de los niños carece de habilidades adecuadas en alfabetización, mientras que más del 70% no logra resolver operaciones matemáticas básicas.
Juan Manuel Fernández, director ejecutivo de la Asociación Conciencia, explicó que esta crisis responde a varios factores. Entre ellos, se encuentran la pobreza, el abandono escolar y la desconexión de los jóvenes con el sistema educativo. En algunos casos, los estudiantes no perciben la educación como una vía de acceso al mercado laboral. Además, la rápida evolución tecnológica ha dejado rezagadas a muchas escuelas, dificultando la adaptación de los docentes a nuevas metodologías de enseñanza.
Deserción escolar y falta de oportunidades
Uno de los desafíos más urgentes es la deserción escolar. En contextos rurales y zonas con alta precariedad laboral, muchos jóvenes abandonan sus estudios para ingresar al mercado de trabajo de manera prematura. Organizaciones como la Asociación Conciencia trabajan en regiones como El Soberbio y San Vicente para frenar esta problemática, promoviendo la permanencia de los estudiantes en las aulas.
Según Fernández, la falta de intervención podría generar consecuencias a largo plazo, afectando tanto a los individuos como a las empresas. Sin formación adecuada, los jóvenes pierden oportunidades de crecimiento, y el sector privado enfrenta una escasez de talento calificado. Esto dificultaría la expansión de industrias y el desarrollo económico de diversas regiones.
El rol del sector privado en la solución
Frente a esta crisis educativa, la UNESCO y otros organismos han instado al sector privado a involucrarse activamente. Entre las acciones recomendadas, se destaca la colaboración con organizaciones sociales, la implementación de programas de pasantías y la orientación vocacional en escuelas.
Además, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial han aprobado un programa de créditos por 1.000 millones de dólares para fortalecer el Plan Nacional de Alfabetización en Argentina. Este acuerdo, respaldado por los 24 ministros de educación provinciales, establece compromisos concretos para mejorar la calidad educativa en el país.
Mirar hacia adentro: las buenas prácticas en Argentina
Si bien existen modelos educativos exitosos en el mundo, Fernández subraya que Argentina cuenta con experiencias locales que podrían replicarse a mayor escala. La vinculación entre el sistema educativo y el sector productivo es clave para generar oportunidades y reducir la brecha de aprendizaje.
El consenso logrado en el Consejo Federal de Educación sobre políticas estratégicas es un paso importante. Sin embargo, los especialistas coinciden en que la implementación de estas medidas debe ser inmediata para evitar que la crisis educativa se traduzca en pérdidas económicas y en un futuro incierto para millones de jóvenes.