Indignación en Misiones por la exclusión de policías del padrón electoral: crece el apoyo a Ramón Amarilla

La decisión del Tribunal Electoral generó polémica en misioneras. El caso podría fortalecer la candidatura del detenido líder policial.

POSADAS – Una resolución del Tribunal Electoral de Misiones provocó fuerte rechazo entre sectores opositores y usuarios de redes sociales al confirmar que efectivos de las fuerzas de seguridad no podrán votar en las elecciones provinciales del 8 de junio. Entre los afectados figuran policías, penitenciarios, gendarmes y militares activos y retirados, residentes en la provincia.

Exclusión de hasta 25.000 votantes en Misiones

La medida, fundamentada en el artículo 48 de la Constitución de Misiones (inciso 10), deja fuera del padrón a entre 20.000 y 25.000 personas. La norma data de 1958, pero había sido flexibilizada desde 2006 mediante una acordada del Superior Tribunal de Justicia que permitía el voto a través de un trámite simple ante la Justicia Electoral.

La vuelta atrás sorprendió a muchos, en especial al entorno de Ramón Amarilla, suboficial retirado, referente de la Mesa Policial y actual candidato a diputado por el frente “Por la Vida y los Valores”. Desde la cárcel de Cerro Azul, donde está detenido por una causa de “sedición”, Amarilla se convirtió en una figura de creciente apoyo entre los estatales misioneros.

Reacciones en Montecarlo y planteos legales

En Montecarlo, dirigentes de la oposición como Lucas Vega, abogado y candidato a concejal por la lista de Amarilla, denunciaron una maniobra política. “Primero lo encarcelaron, ahora intentan borrar del padrón a quienes lo apoyan. Hay miedo al voto castigo”, declaró Vega.

Desde el espacio La Libertad Avanza, la abogada Valeria Soyczuk presentó un recurso legal para revertir la exclusión. En paralelo, Karina Milei, hermana del Presidente y promotora del partido en la provincia, viajará a Iguazú para apoyar al candidato Diego Hartfield.

Amarilla, entre la cárcel y la campaña

A sus 58 años, Ramón Amarilla sostiene que su detención es injusta. “Me dijeron que salía en diciembre, luego en marzo, y sigo acá. Solo quiero recuperar mi libertad y ayudar a quienes luchan por salarios dignos”, declaró en una entrevista desde la Unidad Penal VIII.

Exonerado y sin jubilación, su familia sobrevive gracias a los trabajos de su esposa Miriam, que vive en el barrio Itaembé Guazú. A pesar de los obstáculos, Amarilla conserva una alta intención de voto, aunque denunció que su sello fue manipulado por aliados del oficialismo para incluir candidatos ajenos a su espacio.

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