El Tribunal Nacional de Ética de la Unión Cívica Radical (UCR) ha decidido expulsar a los diputados nacionales Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat. La medida se fundamenta en actitudes que, según el fallo, “lesionaron gravemente la dignidad del partido”.
Reunión en la Casa Rosada: el detonante de la sanción
La decisión del tribunal se tomó por mayoría, citando conductas consideradas “deliberadamente provocadoras”. Uno de los hechos centrales que motivó la expulsión fue la reunión que los legisladores mantuvieron el 10 de septiembre con el presidente Javier Milei y otros funcionarios en la Casa Rosada. El encuentro fue ampliamente difundido en redes sociales y medios de comunicación, algo que la UCR interpretó como una maniobra destinada a generar impacto en la opinión pública, en abierta contradicción con las posturas oficiales del partido.
Votaciones clave y ruptura de la unidad partidaria
Otro punto destacado en la resolución fue el cambio de postura de los diputados en votaciones críticas, como la referida al veto presidencial sobre la Ley de Movilidad Previsional y Seguridad Social. Según el Tribunal de Ética, este tipo de decisiones socavó “la unidad ideológica y política” de la UCR, lo que profundizó las diferencias internas y generó malestar entre sus miembros.
Declaraciones de Alicia Tate
Alicia Tate, integrante del Tribunal Nacional de Ética, defendió la decisión señalando que no se trató de sancionar un voto disidente, sino de penalizar una conducta que calificó como “provocadora y malintencionada”. Tate fue tajante al afirmar que las explicaciones presentadas por los legisladores expulsados eran “pueriles, infantiles y además mentirosas”, reforzando la postura de que las acciones de los diputados fueron lesivas para la imagen del partido.
Derecho a apelación
Pese a la decisión del tribunal, Campero, Arjol y Picat aún pueden apelar ante la Convención Nacional de la UCR. Este organismo será el encargado de decidir si ratifica la sanción o si acepta el reclamo de los diputados expulsados.
Cabe señalar que, a pesar de la expulsión, los legisladores podrán continuar integrando el bloque radical en el Congreso, ya que la afiliación al partido no es un requisito indispensable para formar parte de la bancada.
La expulsión de los tres diputados refleja las tensiones internas que atraviesa la UCR en un contexto político complejo, marcado por la necesidad de definir su posicionamiento frente a las políticas del gobierno de Javier Milei y el desafío de preservar la cohesión interna del partido.