Por: Liberto Fagundes
Continúa con furia la andanada del diario La Nación contra el gobierno renovador de Misiones, pero ahora más enfocados naturalmente en la figura del driver, el conductor, Carlos Eduardo primero, CER o como quieran llamarlo. El disparador fue el inocultable negociado del Bioherb y Agrosustentable, pero parece que la cosa venía de antes y el verdadero interesado detrás de la demolición del driver es el ex presidente amarillo.
El conflicto entre CER y Mauricio Macri
La furia calabresa no reconoce límites a la hora de la venganza, y como reza el dicho, es un plato que se saborea frío. Fuentes inobjetables del Pro nacional, aseguran que el mandamás ya se la tenía jurada al ex gobernador misionero por infinidad de motivos, pero la gota que rebalsó el vaso fue el tratamiento recibido por su ahijado político Pedrito, durante el caso Kizcka. «Eso no se hace, no son los códigos de la política, así no se procede», dicen haberlo escuchado sentenciar mientras miraba un compilado de la fecha del futbol europeo en su mansión de Vicente López.
Fue así que instruyó a sus allegados para que activen la Operación Misiones. La furia del calabrés, arrasó también con las relaciones carnales que su gente local mantenía con la renovación. El socio, amigo y vecino en el country “Aguas Vista” del contador Castaño, “Martincito” Goerling, cayó en desgracia para CER. Dicen que le ordenó a Raúl cortar contacto con los desagradecidos. Esto, obviamente incluye al otro socio, “Humbertito”. «Liquidá lo que queda del negocio con esos chantas, y a otra cosa. Parece que no entendieron quién manda en Misiones», aseguran que le ordenó en tono bajo pero cortante Rovira a su contador.
La ofensiva mediática y la «posición» de los opositores locales
En la otra punta del embrollo, fuentes cercanas al Pro local afirman que Mauricio no tiene nada que ver con eso, que ni le tinga lo que pase en Misiones. Lejos quedaron los tiempos en que, gracias a su amigo Ramón, ganaba todas las licitaciones en la provincia. Además, nunca pudo encausar a “Pedrito” hacia las filas amarillas. Macri siempre criticó esa vocación de los Puerta por sobreactuar peronismo.
Lo concreto es que, desde la cobertura del corresponsal de La Nación en nuestra provincia, hasta los artículos firmados por Camila Dolabjian, pasando por Matías Longoni y Bichos de Campo, tiktokers varios y alguna que otra expresión de la prensa local, la renovación, su conductor y su contador, no la vienen pasando muy bien que digamos. Los opositores naturales, permanecen expectantes, agazapados, no vaya a ser que el driver se recupere de esta y cobre venganza.
Alardea un poco de oposición Ariel “Pepe” Pianessi, obligado por las circunstancias y el saltimbanqui diputado del Pro, Miguel Ángel Núñez, que a poco de denunciar le menean sus oscuros antecedentes de ñoqui y otras yerbas. El resto permanece en silencio. Una vez más, la munición que perfora el blindaje mediático construido por el jefe del Multimedios, viene de afuera. Disparada con certera puntería desde la centralidad del poder. No es casualidad. Intenso perfume a final de ciclo.
