La medida se tomó tras detectar que no realizaba funciones pese a recibir un salario estatal
El padre Marcos Szyszkowski, párroco de la iglesia San Luis Gonzaga en Santo Pipó, fue designado para realizar tareas comunitarias en la comisaría local. La decisión fue tomada por el gobierno provincial luego de comprobar que el sacerdote percibía un ingreso de la fuerza sin desarrollar funciones activas.
Obligaciones de los capellanes dentro de la fuerza
Según indicaron fuentes oficiales, los capellanes —al igual que otros miembros de la policía— deben cumplir tareas específicas. En el caso de Szyszkowski, se estableció que no realizaba ninguna actividad más allá de las celebraciones religiosas, lo que generó cuestionamientos sobre el uso de fondos públicos.
Polémica por publicaciones en redes sociales
La situación tomó estado público cuando el propio sacerdote publicó imágenes en redes sociales desde la comisaría. Sin embargo, desde la Unidad Regional informaron que las tareas exhibidas eran “ficticias” y no habían sido asignadas oficialmente. Por ese motivo, se inició una investigación sobre los efectivos que participaron en la producción de esas imágenes.
Comparación con otros credos y reacción del gobierno
Desde el Ministerio de Gobierno se destacó que los capellanes evangélicos realizan funciones policiales además de su labor espiritual. Esto llevó a revisar el rol del padre Szyszkowski y evitar lo que describieron como “percepciones de privilegios” para miembros de la Iglesia Católica frente a otros cultos.
Críticas previas y tareas asignadas
La polémica se da luego de que el sacerdote criticara en un acto público del 25 de mayo la medida —luego revocada— que impedía votar a las fuerzas de seguridad. Actualmente, fue asignado para atender en la comisaría de lunes a viernes de 8 a 12 horas. Allí, además de recibir a vecinos, realiza tareas de limpieza y brinda su bendición a los detenidos.
