El gobierno provincial ofrece $5 millones a emprendimientos poco conocidos para poblar un edificio que funciona más como escenografía que como polo tecnológico.
Incentivos con dinero público y proyectos poco claros
La reciente inauguración de Silicom Misiones en Posadas, realizada con gran despliegue propagandístico, vino acompañada de un nuevo incentivo estatal: subsidios de hasta cinco millones de pesos para pequeñas empresas que decidan instalarse en el flamante edificio.
Aunque el monto podría parecer modesto, lo llamativo es que muchas de las firmas seleccionadas son emprendimientos locales de escasa trayectoria o con funcionalidades ya ampliamente ofrecidas en el mercado. Guazú App, por ejemplo, busca ser una versión misionera de WhatsApp. Agroclima, con sede en San Vicente, brinda pronósticos del tiempo como tantos otros portales. Otras, como DCT, ya operaban en Oberá y ahora reciben fondos simplemente para mudarse a Posadas.
Un polo tecnológico que parece más fachada que realidad
Las empresas confirmadas por el gobierno incluyen nombres como Sirius Software, Robles, TSG, Vicnet, Datalytics, Soft Misiones, Vises, Dirmod, y Helipagos. Sin embargo, muchas de ellas carecen de presencia pública, redes activas o productos conocidos, lo que alimenta la percepción de que el proyecto es más decorativo que funcional.
El modelo recuerda a otras apuestas estatales con dudosa efectividad. Faniot, empresa financiada con fondos públicos, promocionó prototipos como el Huampa 1 (un robot agrícola que generó burlas entre productores), un tractor eléctrico y un miniauto que no lograron inserción en el mercado. Fansat, otra firma del ecosistema, prometía desarrollar nanosatélites desde Oberá, pero según vecinos, su sede inaugurada permanece la mayor parte del tiempo cerrada.
Ausencia de rendición de cuentas
Pese a los reiterados pedidos de informes presentados por diputados de la oposición, el gobierno de Carlos Rovira no ha brindado detalles sobre el destino del dinero público invertido en estas firmas. La falta de respuestas y la escasa visibilidad de los emprendimientos respaldados refuerzan la idea de que Silicom Misiones es, por ahora, más un decorado político que un motor de desarrollo real.
Fuente: Infober Digital
